Entrevista en el diario El Temps
Natalia Fabra ha sido entrevistada en el periódico El Temps sobre la crisis energética actual.
Puedes leer la entrevista en este link.
Natalia Fabra ha sido entrevistada en el periódico El Temps sobre la crisis energética actual.
Puedes leer la entrevista en este link.
Natalia Fabra ha sido entrevistada en la RFI (Radio Francesa Internacional).
Puede leer el texto a continuación:
La guerra en Ucrania ha puesto de manifiesto la alta dependencia de Europa a la energía fósil rusa: carbón, gas y petróleo. Es por ello, que la Unión Europea no ha podido llegar tan lejos como Estados Unidos en las sanciones por su invasion en Ucrania. Ahora, la UE intenta poner remedio, pero ¿puede Europa prescindir de los hidrocarburos rusos? Entrevista a Natalia Fabra, catedrática de Economía en la Universidad Carlos III de Madrid.
RFI: ¿Puede Europa prescindir de los hidrocarburos rusos?
Natalia Fabra: Europa tiene una fortísima dependencia de las importaciones de hidrocarburos de Rusia. Por ejemplo, el 45% de las importaciones de gas y el 27% de las de petróleo provienen de Rusia. En el corto plazo, es difícil prescindir de esta energía principalmente del gas por dos problemas principales. Primero, por su importancia cuantitativa y segundo, porque las importaciones están restringidas por la infraestructura. El gas llega o bien por tubo -y la mayoría de los tubos que llegan a Europa vienen de Rusia o por barco-, a las plantas de regasificación. El 42% de las plantas de regasificación, seis, están en España. El problema es que tenemos un cuello de botella en los Pirineos porque la capacidad de interconexión gasística entre España y Francia es muy limitada. Es decir que España sería capaz de importar gas de otros países (EEUU, Australia, Qatar, Trinidad Tobago), sin embargo, sería difícil que pudiera llegar al continente europeo. Por lo tanto, en el corto plazo nuestra capacidad para reducir la dependencia es limitada. Más allá de lo que ha dicho Josep Borrell (jefe de la diplomacia europea) de reducir nuestro consumo en la medida de lo posible, tenemos que hacer un esfuerzo muy importante para no seguir diciendo aquello de que tenemos que reducir la dependencia del gas ruso, hacerla de verdad y empezar a invertir seriamente en energías renovables, gases renovables, almacenamiento, eficiencia energética, que nos permita en un medio plazo que no dependamos de las importaciones rusas.
RFI: ¿Cuáles son los países más dependientes en Europa?
Natalia Fabra: Los más cercanos a la frontera rusa, como Alemania, Polonia, Finlandia, Letonia.
RFI: Son muchos países, por eso la UE no va más lejos en las sanciones y corta la importación de hidrocarburos…
Natalia Fabra: Eso no impide que seamos conscientes de que todos los días del año estamos pagando a Rusia 1.000 millones de euros por importar su energía. Y esos 1.000 millones sirven para bombardear hospitales y para bombardear centrales nucleares. No podemos prescindir, pero tampoco tenemos que dejar de denunciar que estamos contribuyendo a financiar la guerra de Rusia. Y llevamos contribuyendo a financiarla desde el año pasado cuando Rusia comenzó a retirar su gas de los almacenamientos en Europa. En definitiva, Gazprom retiró gas contribuyendo a la subida del precio del gas y le ha permitido aumentar los recursos de los rusos para financiar la guerra.
RFI: ¿Cuánto tiempo necesitaría Europa para hacer las inversiones necesarias en terminales de regasificación y tubos con más capacidad? ¿Hay voluntad política?
Natalia Fabra: Por supuesto que hay voluntad política, el problema es que hayamos tenido que esperar a ver al lobo en casa para darnos cuenta de lo que hay que hacer. Desde España llevamos mucho tiempo pidiendo que haya mejor conexión gasística con Europa a través de los Pirineos. El proyecto de gasoducto entre España y Francia, Midcat, se abandonó en 2019, y en parte fue también por el rechazo de la propia Francia. Lo que no puede ser es que las decisiones se tomen tarde, porque cuando se toman tarde, ya se toman mal. Ahora mismo sí que hay voluntad política porque hemos visto las implicaciones, pero esto no debería haber pasado. Las plantas de regasificación tardan tiempo en construirse y las interconexiones también. Espero que la guerra acabe antes de que seamos capaces de construir una mayor capacidad de importación de gas de otros países porque si no será desastroso. Por mucho que se acelere, esas inversiones no van a llegar a tiempo para la crisis actual. Se tienen que hacer para que esto no vuelva a ocurrir.
RFI: ¿Estamos en vísperas de un choque petrolero como el que se vivió en los años 70?
Natalia Fabra: Yo creo que sí, que estamos ante una crisis energética de una magnitud muy importante. No la llamaría crisis del petróleo, la llamaría la crisis del gas.
RFI: ¿Europa debe seguir el camino de Estados Unidos, que es energéticamente independiente gracias al gas y petróleo de esquisto?
Natalia Fabra: No, absolutamente no. Hay que apostar por la vía europea, por las energías renovables. Estados Unidos ha conseguido la autonomía energética aumentando su producción nacional gasística pero también ha aumentado con ello de forma muy importante su contribución a la emisión de gases de efecto invernadero en el mundo. Europa tiene que acelerar su apuesta por las energías renovables y en gases renovables. Esa tiene que ser la vía para aumentar nuestra autonomía energética. Hay que recordar que además de reducir nuestra dependencia energética, porque no hay ningún dictador que pueda controlar ni el sol ni el viento, invertir en renovables nos va a permitir contribuir a lucha contra el cambio climático.
Link a la entrevista y al audio aquí.
El pasado 9 de marzo, el portal Madrimasd de la Comunidad de Madrid publicó la entrevista realizada a Natalia Fabra.
La puedes leer aquí.
In a post at uc3nomics, the blog of the Economics Department at Carlos III, Natalia Fabra describes her recent research on the efficiency and distributional implication of real-time electricity pricing.
The US National Public Radio featured a piece on “There’s a complication in sanctioning Russia — it could cut Europe’s gas supply”.
President Biden and the president of the European Commission have promised to work together to make Europe less dependent on Russian natural gas. About a third of the European Union’s gas comes from Russia. And if Russia invades Ukraine and the EU imposes more sanctions, there’s fear that Moscow could cut off supplies at a time when prices are already high.
Among other experts, Natalia Fabra was interviewed on the role that Spain can play in this crisis and the alternatives to gas shortages. She argues that Spain is at the head of the EU in terms of regasification capacity, which has allowed it to become the gas transit country for Europe. Renewable energy is also an alternative, but the EU must speed up building infrastructure. There has been a massive increase in renewable energy investments, which reduces the need to import gas. But the action has not been in line with the needs and the urgencies. We react when we face the problem, but we do little to try to prevent and mitigate before that happens.
El 27 de enero tuvo lugar, en el Consejo Económico y Social, una jornada de debate sobre el Plan de Recuperación NextGenerationEU y de los Planes nacionales de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y su importancia para la economía y la sociedad españolas. La jornada se centró en los contenidos del Plan, sus ejes o palancas, sus medidas y los principales proyectos de inversión y en la participación de los interlocutores sociales y organizaciones representativas de intereses económicos y sociales en la aplicación del Plan. Entre los ponentes, Natalia Fabra participó en la sesión titulada
“Las transiciones verde y digital. ¿Cómo hacerlas justas, en el marco de los PRTR?”
El programa está disponible aquí.
Diálogo España-Francia es una asociación de utilidad pública cuya misión es potenciar las relaciones entre Francia y España principalmente en el contexto europeo. Su próxima actividad estará
organizada en la Universidad Carlos III bajo el título HACIA UN NUEVO PARADIGMA ENERGÉTICO: CONECTIVIDAD Y EFICIENCIA, el miércoles 19 de enero.
EnergyEcoLab será parte del acto a través de la participación de Natalia Fabra en la mesa redonda “La recuperación verde, pilar esencial para la recuperación económica”.
El progama del acto puede consultarse aquí.
El acto podrá ser seguido en Streaming on en el canal de Youtube.
Con motivo de la cumbre de Glasgow, el Canal 24 horas de TVE ha emitido un programa especial: Objetivo Planeta. Natalia Fabra fue entrevistada junto con José Manuel Moreno, Catedrático de Ecología de la Universidad de Castilla La Mancha. El programa estuvo dedicado a la mitigación y la adaptación al cambio climático.
Aquí se reproduce el video del programa.
A raíz del anuncio difundido por el Gobierno Austriaco para que la población se prepare ante la posibilidad de un gran apagón, ha cundido en la opinión pública española el miedo de que esto pudiera suceder en España.
Natalia Fabra ha sido invitada al Programa Hora25 de la Cadena SER para aclarar algunas cuestiones sobre esta cuestión. Tajante, afirma: “La probabilidad de que se produzca un gran apagón en España es
remota”.
La entrevista puede verse aquí.
A continuación, preguntas y respuestas sobre el gran apagón:
Natalia, sé que usted está harta de que en los últimos días le hagamos esta pregunta, pero es lo que toca. ¿Gran apagón sí o no?
Se trata de un bulo, de una noticia falsa. Lo que deberíamos preguntarnos es: ¿quién está interesado en meter miedo a la población con este tema? La garantía de suministro energético es un asunto socialmente muy sensible porque nuestras vidas dependen de que tengamos acceso a la energía. Así que digámoslo claro: en España no se va a producir el gran apagón del que hablan.
¿Pero, por qué no es posible un apagón en España?
Nuestro sector eléctrico está sobre dimensionado para poder cubrir las puntas de demanda, incluso si éstas coincidieran con fallos fortuitos de las centrales. La capacidad instalada firme (esto es, teniendo en cuenta que las energías renovables no están siempre disponibles) excede en casi un 30% la demanda máxima. Incluso si no hubiera ni sol ni viento y la producción renovable fuera nula, aún así tendríamos una capacidad de generación superior en un 10% a la punta de demanda. A la fiabilidad del suministro eléctrico contribuye también la elevada diversidad de fuentes de generación eléctrica: nucleares, hidráulicas, renovables, centrales de gas, y la interconexión con Francia … todas ellas necesarias pero suficientes en su conjunto para garantizar el suministro eléctrico. Además, una buena parte de los recursos que utilizamos para producir electricidad son renovables, es decir, autóctonos, lo que reduce nuestra dependencia energética del exterior.
Nuestra red eléctrica de alta tensión española es muy mallada, lo que contribuye a la robustez del sistema. Y el Operador del Sistema, Red Eléctrica, a través de su CECOEL observa continuamente el estado de la red y de las centrales para asegurar el equilibrio continuo del sistema para adelantarse a los acontecimientos o poder actuar con inmediatez si surgiese algún problema.
El riesgo de que haya una falta de suministro eléctrico es por tanto extremadamente bajo: la posibilidad siempre existe, pero la posibilidad de un apagón es España es remota.
Que la luz esté muy cara no tiene nada que ver con el riesgo de un apagón.
No tiene nada que ver, pero mientras hablamos del apagón no hablamos del elevado precio de la electricidad.
La luz está cara porque el diseño de mercado eléctrico hace que todo se pague a precio de gas. El gas se ha encarecido de forma significativa pero los costes del 80% de la generación eléctrica, que no consume gas, no han variado. Si pagáramos por la electricidad lo que cuesta, y no lo que nos cobran, el precio de la electricidad no se hubiera multiplicado por un 400%.
El encarecimiento del gas refleja una escasez de la oferta de gas relativa a la oferta, pero no quiere decir que se vaya a producir un desabastecimiento de gas que vaya a arrastrar al sector eléctrico. Se trata de un problema transitorio, por desajustes entre una oferta de gas disminuida por la parada durante la pandemia y una demanda de gas muy fuerte por la recuperación de la economía, que está dando lugar a importantes tensiones en los precios del gas en los mercados internacionales. Pero se trata de un problema transitorio, muy sensible ante la proximidad del invierno en el hemisferio norte, que es cuando la demanda mundial de gas natural es más elevada.
Que Argelia haya cortado uno de los dos gasoductos por los que envía gas a España, ¿supone un riesgo de desabastecimiento? Porque es una de las razones que más usan los que creen que es posible un apagón en España.
Por el gaseoducto de Magreb-Europa, que llega a España por Zahara de los Atunes, pasaba menos de una cuarta parte del gas que se consume en España, pero Argelia se ha comprometido a que el gas que no llegue por tubo llegue por barco. Además, se está ampliando la capacidad del segundo gaseoducto que llega desde Argelia a Almería en un 25%. De forma paralela, se han adoptado medidas en el plan invernal, entre ellas, se ha aumentado el número de slots para que puedan desembarcar en España un mayor número de buques y se ha aumentado la obligación de reserva de GNL por parte de los comercializadores.
¿Hay alguna diferencia entre Austria y España? ¿En Austria hay elementos objetivos para que el país se plantee esa amenaza?
Austria no ha anunciado que prevea un riesgo importante de apagón, sino que ha decidido hacer un ejercicio de preparación, un simulacro, para que la población sepa reaccionar frente al supuesto de una falta de electricidad prolongada. Yo creo que ni allí ni aquí estamos ante en una situación de riesgo de sufrir un desabastecimiento de electricidad.
En cualquier caso, si hay muchas diferencias entre Austria y España que hacen que no sea extrapolable lo que pudiera ocurrir remotamente allí y aquí. Austria no tiene mar y su suministro de gas proviene de Rusia. España, a lo largo de su costa, tiene 6 plantas de regasificación que, además de las interconexiones con Argelia y Francia, permiten que llegue el gas por barco desde fuentes muy diversificadas, reduciendo nuestra dependencia que no depende de un único proveedor de gas. Menos de la mitad del gas que consumimos en España proviene de Argelia, pero también nos llega de Rusia, EEUU, Catar, Trinidad y Tobago, Francia y Noruega. Además, 6 de las 22 plantas de regasificación que hay Europa están en España, y disponemos además de interconexiones a través de gaseoductos con Argelia, Portugal y Francia. Nuestros almacenamientos de gas natural se sitúan al 82% de su capacidad, y disponemos de reservas de gas natural equivalentes a 40 días de consumo.
Además, como decíamos antes, en lo que se refiere al sector eléctrico, España disponible de una capacidad de generación eléctrica que supera en casi un 30% la punta máxima de demanda, con un peso importante de fuentes autóctonas.
Si hubiera un apagón en un país europeo, en Austria por ejemplo, ¿eso nos afectaría de alguna manera?
Es cierto que los sistemas eléctricos son cada vez más grandes, y cuentan con redes eléctricas muy extensas e interconectadas. En estas condiciones, un gran incidente eléctrico en la red de transporte se puede notar en toda Europa, pero, si todo funciona como está previsto, el incidente se aísla en la zona afectada y se evita su propagación al resto del sistema eléctrico que debe quedar indemne.
Además, el nivel de interconexión de España con el resto del continente es limitado, lo cual quiere decir que si bien no nos beneficiamos de la seguridad de suministro que proporciona el pertenecer a un sistema de mayor tamaño, también somos menos susceptibles a los fallos que se puedan producir en el sistema europeo interconectado.